viernes, 18 de febrero de 2011

El uso del odio.

Después de salir electo gobernador Gabino Cue en julio pasado, la pregunta que iba de boca en boca en la ciudad de Oaxaca se refería a cómo se podría aglutinar la suma de intereses contrapuestos que le dieron la victoria al hoyAñadir un evento para hoygobernador constitucional. La respuesta se venía insinuando desde las primeras semanas de gestión del gobierno aliancista, hasta que el martes 15 de febrero la respuesta no pudo ser más explosiva. Miles de profesores oaxaqueños salieron a las calles de la capital del estado a protestar en contra de Felipe Calderón, quien en esa mañanaAñadir un nuevo evento para mañana iniciaba una gira de trabajo. La confrontación entre la masa y las fuerzas del orden se apuró. Por lo sucedido sería fácil argumentar acerca de las alianzas electorales sin proyecto de gobierno. Decir, se los dije. Pero ese no es el punto.

Lo que queda en evidencia es una realidad que no se ha combatido pese a las intenciones de la reforma electoral del 2007. El odio se ha convertido en el animador de las contiendas electorales. No es algo nuevo, es un ingrediente motivacional hacia el electorado que ha descarrilado la locomotora de la transición democrática. Odio que tolerado en los medios se escuda en la libertad de expresión. Lo sucedido en Oaxaca es un producto acabado de hasta dónde nos puede llevar el uso del odio. Entendámonos, no es un resultado aislado, espontáneo y sin antecedente. Recordemos.

En el proceso electoral federal del año 2000, sacar al PRI de Los Pinos fue la consigna que no se procuró un programa de gobierno. Se trataba del odio acumulado en contra de las deficiencias de un régimen. Seis años después, el uso del odio se hizo presente para atacar la candidatura de quien era infamado como un peligro para México. En esa contienda el odio era orientado contra la coalición de izquierda (Ya sabemos los deficitarios resultados de los gobiernos surgidos de sendas campañas de odio, que han quedado enmarcados para la “celebridad” en las frases representativas de la irresponsabilidad: “Y yo porqué” junto con el “haiga sido como haiga sido”.

El deterioro institucional, el desanimo entre la población, parecen incontenibles. Sólo si nos damos cuenta de que con el odio no vamos hacia ningún lado como país que no sea el desastre. Entonces desde esta toma de conciencia nos pondremos en el inicio para retomar la democratización de México. Habrá que empezar desde el amplio espectro de las organizaciones de la sociedad, junto con los medios y los centros de educación, sin dejar a las organizaciones políticas que así lo decidan.

Lo que hemos visto en Oaxaca esta semanaAñadir un nuevo evento para esta semana es la degradación que trae consigo el odio que alimenta las campañas electorales, de cuyo resultado no se aprecia un triunfo del pueblo, sólo engaños que esconden ambiciones personales en el nombre de la gente. Por muy liberal que se pretenda ser, el odio no puede quedar asimilado a la normalidad democrática. Una década es suficiente para aprender esta lección, a menos que se dé por inevitable la desintegración del Estado.

Salud y larga vida.

Publicado por Francisco Flores Legarda para CHILE CON QUESO el 2/18/2011 10:06:00 AM

lunes, 7 de febrero de 2011

FILOSOFANDO

CON UNGA



FRANCISCO FLORES AGUIRRE

FRANCISCO FLORES LEGARDA



ESO RASCA

Parafraseando a Galeano. El padre Piña me contó que hace unos años estuvo con los nativos de Chinipas, los discriminadores oficiales les llaman indios. El formaba parte de las misiones evangelizadoras. Los misioneros visitaron a un cacique que tenía prestigio de muy sabio. El cacique, un gordo quieto y callado, escuchó sin pestañear la propaganda religiosa que le leyeron en la lengua rarámuri. Cuando la lectura terminó, los misioneros se quedaron esperando.

El cacique se tomó su tiempo después opinó:

-Eso rasca. Y rasca mucho, y rasca muy bien.

Y sentenció:

-Pero rasca donde no pica.

Ni modo, así es el discurso político-religioso vacío.

Total una vida sin reflexión, no vale la pena vivirse….y desde luego…Salud y larga vida.

Publicado por Francisco Flores Legarda para CHILE CON QUESO el 2/07/2011 11:35:00 AM