miércoles, 8 de septiembre de 2010

La libertad de expresión.

La libertad tiene un carácter indivisible.  La sociedad es como un modelo del que pueden dar una representación una serie de vasos comunicantes, la supresión de la libertad en un sector, que puede parecer al principio insignificante o ventajosa sólo para algunos, lleva, tarde o temprano, a la supresión de todas las demás libertades.  En este sentido, consideramos un aspecto de libertad bien claro: el de la libertad de expresión,  esto es, el de la libertad que debe tener todo miembro de una comunidad para manifestar sus temores, sus opiniones sobre los modos cómo funciona la comunidad, sobre los modos como su entender debería funcionar, sobre las reformas que abría que introducir para que funcionara como leal y sinceramente entiende que debería ser.  Cuando la libertad de expresión peligra, peligran todas las demás libertades.

Las consecuencias de la libertad de expresión, se hace sentir pronto: o el régimen en cuestión en un elitismo de nuevo cuño, con pretensiones liberadoras que ocultan la protección de intereses particulares, o bien se corta toda posibilidad de ulteriores cambios, que la libertad de expresión puede, con todas las dificultades que se quieran ayudar a introducir.

Nos cuenta Julio Sherer, que José Revueltas, preso en Lecumberri, por la matanza del 68, se burlaba del filósofo Eli de Gortari y de si mismo.  Lo veía llorar y se reía.  ¿Y el encierro?  Se ve que no sabes nada de eso.  La diferencia no consiste en vivir a la intemperie o encerrado, así se trate de cuatro paredes de tamaño del mundo.  Piensa en la llave.  La llave es tu libertad.  La llave son tus huevos y la libertad de expresión.  Y la llave, todas las llaves las tienen los hijos de puta que nos traen el mal desde hace muchos años. 

A lo largo de la vida, he manifestado lo que considero justo. He cometido errores. Solo hago uso de mi derecho a la libertad de expresión, respetando los derechos de los demás. Puedan ser señalamientos críticos, pero el poder empleado sin medida debe ser obstruido. Hay tiempos de callar y otros de hablar.

Salud y larga vida.

Francisco Flores Legarda.

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