miércoles, 29 de abril de 2009

EL HOMBRE Y LO SAGRADO




PROPUESTA LEGISLATIVA
FRANCISCO FLORES AGUIRRE"UNGA"

Los grupos políticos y algunos empresarios que ya son también actores en la búsqueda del poder, ya han abandonado su papel marginal para acceder al núcleo central de la sociedad. Este acto cualitativo de la marginalidad al centro, nos obliga a plantearnos una revisión de sus principios y postulados.
Todos los terapeutas del “shock” del capitalismo a ultranza, se esmeran por borrar la memoria de los hechos humanos históricos y trascendentes. Están convencidos de que deben destruir las mentes de las personas antes de reconstruirlas. La herramienta psicológica para quebrar y manipular la voluntad de cualquier persona, que dispone alguna memoria histórica, la doctrina del “shock” propone la confusión, la desorientación y la sorpresa.
Siempre han existido tendencias, grupos, como los antiguos letristas –dice Jorge Volpi- que en el ocaso del Siglo XX resultaba imposible crear, sin antes haber arrasado lo existente; la labor de esta actitud, no consistía en hacer cosas, sino en sabotear lo que otros hacían.
Los últimos acontecimientos de los efectos de una guerra sucia, me suenan inteligentemente hipócritas frente a lo que sucede actualmente en la sociedad mexicana. Explico conceptos. Todo éxodo de un país –a tal grado que el último que se vaya, apague la luz- le precede un intento de genocidio, el querer exterminar una etnia, un grupo humano, una costumbre, una tradición, las cuales están cimentadas en el punto central de una sociedad: es el núcleo de lo sagrado. Nótese en: La desaparición del núcleo sagrado de los nativos del México Profundo, ejecutado hasta hoy por grupos del México Imaginario. El éxodo de mexicanos a Estados Unidos. Fuga de cerebros. Braseros, pueblos abandonados que hace tiempo apagaron sus luces. La desaparición de las conmemoraciones solemnes de las principales fiestas patrias, tomando como propuesta una necesidad vital de las personas para tener un descanso vacacional.
¿Y a este México Imaginario Genocida, quién lo acusa? ¡Hipócrita globalización!. En el mundo de hoy se da el fenómeno de la globalización entramado de relaciones a nivel planetario. Aunque en ciertos aspectos es un logro de la familia humana y una señal de su profunda aspiración a la unidad; sin embargo, comparte también el riesgo de los grandes monopolios y de convertir el lucro en valor supremo. Ya lo advierte el Papa Benedicto XVI
No es nada nuevo lo que yo estoy afirmando ya Ignacio Ramírez lo dejó escrito allá en el Centro Histórico a un costado de la Librería Porrúa:
“¿De dónde venimos? ¿A dónde vamos? Este es el doble problema cuya resolución buscan sin descanso los individuos, las sociedades. Descubierto un extremo se fija el otro. El germen de ayer encierra las flores del mañana…”
Un pueblo, un barrio es inmortal e invencible, no por la fuerza de sus muros, sino por la amorosa memoria de sus gentes. Sí, por aquello de que el agradecimiento es la memoria del corazón.
Y para quién se crea insignificante, consuélese pensando en un truco de aritmética, de software y de investigación de mercado, fundamentado en el irrefutable hecho de que se necesitaron dos personas, sus padres para que ustedes estén aquí físicamente. Cada uno de nosotros tuvimos a la vez dos padres, o sea, que en esa generación hubo dos parejas cuya unión y cuyo amor contribuyeron a que usted en concreto, existiera cada uno de nosotros somos descendientes de ocho bisabuelos, 16 tatarabuelos, 32 cuartos abuelos, etc. Sigan multiplicando por dos si consideramos un promedio de 25 años entre cada generación, entonces hace 500 años nada menos que 1,048,576 habitantes de este planeta -es el número de bytes que contiene un megabytes- participaban en el proceso de engendrarlo a usted y estar físicamente aquí en este recinto…
Un poeta de nuestra América Francisco Luis Bernardez dijo: si para recobrar lo recobrado debimos perder primero lo perdido, si para conseguir lo conseguido, tuvimos que soportar lo soportado; si para estar ahora enamorados, fue menester haber estado heridos; tenemos por bien sufrido lo sufrido, tenemos por bien llorado lo llorado para recordar porque después de todo hemos comprobado, que no se goza bien de lo gozado, sino después de haberlo padecido; porque después de todo hemos comprendido, que lo que el árbol tiene de florido, vive de lo que tiene sepultado.
Nada más cierto. La raíz es la explicación del tronco, el tronco de la rama. Cuanto más hondo, el tronco de la rama. Cuanto más hondo el crecimiento, más aérea y audaz la torre. Así los pueblos, a todas horas y en todas partes, somos los hombres historia viva.
Así lo refrenda Torres Bodet: Es el hombre también hipótesis sin descanso, invención sin tregua, creación perene y descubrimiento incesante de los enigmas que le propone su propia imagen en el universo, totalidad no dividida en continuo movimiento.
Hemos creído siempre -como Hesíodo-, que si el espíritu desea riquezas, hay que proceder añadiendo trabajo al trabajo; mas no siempre las proposiciones como éstas aparecen claras a nuestra mente. Hoy trataremos de clarificar rusellinamente si el trabajo es la única forma de producir riqueza:
1.- Casi todos estamos obligados a trabajar tanto que tenemos muy pocas horas libres para divertirnos o tener una ocupación fuera de nuestro empleo cotidiano.
2.- La mayoría tenemos que trabajar hasta la vejez, siempre amenazados por la destitución o por las tranzas de legaloides de las oficinas de Consolación y Arrequintaje.
3.- Las personas conscientes y responsables de sus funciones propenden a trabajar demasiado intensamente con la consecuencia de que estropean su trabajo. Bagehot habla, en algún pasaje, de algunos conocidos suyos de la City que fueron a la quiebra porque trabajan ocho horas al día y que hubieran sido ricos, si se hubiesen limitado a trabajar solo cuatro”. Obvio, sino tiene tiempo ni de mirar al cielo, los resultados de su trabajo serán productos del infierno para él mismo, para sus hijos y par su entorno.
Propuesta Legislativa: Es necesario ajustar los puentes vacacionales que la gente necesita para disfrutar de un descanso y así enriquecer su calidad de vida, pero sin hacer a un lado los valores y las fiestas patrias y que le permitan no olvidar lo que somos y lo que hemos sido; porque para liquidar a las naciones lo primero que hacen es quitarles su memoria, se destruyen sus libros, su cultura, su historia.